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Pregunta formulada al Profesor Plinio Corrêa de Oliveira al finalizar una conferencia en la Universidad de Bello Horizonte, contra la Reforma Agraria, en 1961.
¿Cuál será su postura tras la próxima revolución socialista brasileña? Como está a favor de la lucha por la vida, tendrá que adaptarse.
Respuesta del Profesor Plinio: Veo claramente la pregunta que hay detrás. Veo que esta pregunta no se refiere a la “lucha por la vida”.
Estoy haciendo aquí, mi joven amigo, mucho más que una lucha por la vida. No gano ni un céntimo, no me aprovecho de nada. Dedico una noche ajetreada de mi vida a algo infinitamente más noble que la lucha por la vida: es la lucha por un principio. Lucho por mucho más que la vida.
Pero detrás de esta pregunta, lo que se cierne naturalmente es el pelotón de fusilamiento. Y debo decir: si algún día, algún muro se mancha con mi sangre, mientras muero por amor a Nuestro Señor Jesucristo, antes de morir diré de mí mismo lo que dijo Job de sí mismo: “¡Bendito sea el día que me vio nacer y benditas las estrellas que me vieron niño!”.

Rechazan proyecto de eutanasia.
Siete decanos de distintas universidades de Medicina rechazan la eutanasia: “manifestamos nuestra profunda preocupación por la tramitación del proyecto de ley que autoriza la eutanasia y el suicidio asistido. La medicina tiene como fines promover la salud, prevenir la enfermedad, curar, cuidar, aliviar el dolor y el sufrimiento, y evitar la muerte prematura acompañando al paciente hasta su fin natural”, expone la declaración de los decanos de Medicina.

“La vida cristiana no consiste simplemente en alabar al Señor y honrarlo mediante manifestaciones externas: exige que cumplamos todo lo prescrito en los Diez Mandamientos, que repiten —¡con tanta claridad y eficacia!— la ley natural impresa en el corazón de cada hombre. Se trata de decir ‘no’ al mal en todas sus formas, y es precisamente por haber proclamado uno de estos ‘non licet’ que la cabeza de Juan fue cortada y llevada en bandeja. Pero brilla a través de los siglos, incluso en esta tierra, en la gloria de innumerables catedrales, iglesias y monumentos.
“En la vida diaria, a menudo se oye repetir: la Iglesia bien podría ser más indulgente, admitir alguna pequeña concesión… Nunca. “El Papa puede ser todo lo bueno y sufrido que quiera, pero ante las tristes realidades, ante las miserables inobservancias, su actitud será inquebrantablemente firme, clara, irreductible, respetuosamente sumisa a la verdad”
Trecho de la exhortación dirigida por Juan XXIII el 29 de agosto de 1959, festividad de la Decapitación de San Juan Bautista, a los fieles reunidos en el Aula de Audiencias Generales de Castel Gandolfo:
(cfr. “Catolicismo”, n. 109, enero de 1960).

San Esteban, 16 de agosto.
¿Qué debemos pedirle a San Esteban? En definitiva, pedirle el Reino de María. Porque lo que él hizo fue un Reino de María en Hungría. Vimos cómo consagró Hungría a la Gran Señora, etc., etc. Es el establecimiento del Reino de María en todas partes. Esto es lo que debemos desear: el Reino de María en el orden espiritual y temporal. Pidamos a la Providencia que nos dé una multitud de “Estebanes” que verdaderamente promuevan el Reino de María.
Plinio Corrêa de Oliveira. San Esteban, Rey y Apóstol de Hungría (16 de agosto), reunión, 2 de septiembre de 1964

San Elías que con fuego, ardía en celo por Dios y por la verdadera religión

“En las épocas de mucha maldad, de mucha decadencia, los corazones de los hombres se vuelven duros, se vuelven refractarios a cualquier argumento, a cualquier buena acción, y pasan a esparcir el mal. Para impedir que ellos continúen diseminando el mal — por tanto, por odio al mal que ellos hacen y por amor a los buenos que ellos van perdiendo — es necesario combatirlos. No hay otro remedio.”
“(En el Antiguo Testamento, durante el reinado de Acab) El culpable de la represión no fue Elías, fue Salomón, que favoreció al pecado, que introdujo al pecado en el seno de Israel. Entonces, si un centrista queda indignado con la severidad de Elías, podemos refutarle diciendo: indígnese con el crimen de Salomón. Elías fue el médico, fue el cirujano que, por medio de la amputación, corto la gangrena que Salomón había inculcado en Israel.”
Plinio Corrêa de Oliveira, conferencia, 27 de octubre de 1990

“Nuestra consagración a Nuestra Señora del Carmen, expresada por el acto efectivo de la profesión y conmemorada por el uso y posesión del escapulario, se realiza en nuestros días, por la reconducción de las almas y de todos los valores de la sociedad temporal, para dar gloria a Dios dentro de los caminos de la civilización cristiana, teniendo en Dios su causa final, teniendo en Dios su causa ejemplar, dentro de un camino que, si es camino de verdadero progreso, es por eso mismo, y en este mismo hecho, un camino indicado por los magníficos principios de la Tradición cristiana”.
Plinio Corrêa de Oliveira, “Nuestra Señora del Carmen (16 de julio) – El Escapulario, la Profesión y la Consagración Interna, publicado en “Mensajera del Carmelo”, Año XLVII – Edición Especial – 1959.

Comentarios del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira a la oración compuesta por San Agustín al Divino Espíritu Santo, Domingo, 20 de mayo de 1990

“Enviad las celestiales descargas de vuestro amor al santuario de mi alma“— El amor sobrenatural a Dios es algo que viene de Dios, que Él mismo da. Y que cuando no [lo] da, no viene de dentro del alma. Es un don de Él. Y es a través de la oración que debemos obtener este don. Y debemos pedirlo a través de Nuestra Señora, la Mediadora universal de todas las gracias. Y cuando nuestra alma esté como una tierra desierta, o un santuario en tinieblas, éste es el momento exacto para pedir esto que viene del Cielo, y que se encienda porque sólo Dios puede iluminarla. Sólo Dios puede encenderla, sólo Dios puede reavivarla y es de Él de quien procede todo esto, a ruegos de Nuestra Señora. ¡Qué útil es para nosotros recordar esto en nuestra vida espiritual!”
https://www.pliniocorreadeoliveira.info/comentarios-sobre-la-oracion-compuesta-por-san-agustin-al-divino-espiritu-santo/#gsc.tab=0

El verdadero heroísmo fue enseñado por Nuestro Señor Jesucristo: Este heroísmo no nace del impulso, ni del del temperamento, sino que se obtiene por convicción. Son las certezas de fe que se adquieren con el estudio, la oración, la meditación, la victoria interior contra uno mismo, contra las pasiones desordenadas.
Muchas de estas características del heroísmo católico las encontramos en el Capitán Arturo Prat.