Un mensaje de muerte.

 

Estimado radioyente.

Lo que caracterizó el mensaje del pasado 1° de junio fue el anuncio del asesinato indiscriminado de los que están por nacer y de los que están enfermos.  Es decir, de los seres más débiles e indefensos de la sociedad.

Lo que el Presidente anunció, fue que el aborto es un derecho de la mujer y que los niños concebidos y no nacidos, no tienen ningún derecho de nacer.

A Boric le parece muy poco que ya hayan sido muertos más de 3.600 niños  en Chile en los últimos seis años por la actual ley de aborto. Él quiere que no haya ninguna restricción a matar, que sea legal y que sea gratuito y que sean cientos de miles de muertos.

El Gobierno quiere sumarse la red de países abortistas que suman más de 73 millones de muertes anuales en todo el mundo. Es decir, diez millones más que todas las muertes ocurridas durante la II Guerra Mundial.

¿Cuál fue el estudio que hizo el Gobierno para decidir que se debía generalizar el aborto? ¿Cómo entender que un Gobierno que ve que la población decae por año proponga matar a todos los niños concebidos, por la sola voluntad de la gestante?

De propósito decimos gestante y no madre, pues una verdadera madre nunca mata el fruto de sus entrañas.

Recientemente, el Instituto Nacional de Estadísticas alertó por la peligros baja de natalidad en Chile. En febrero de este año cayó un 19,5% menos de nacimientos respecto a 2023. Por otro lado, los matrimonios también presentaron una baja en relación al mismo mes del año anterior.

La riqueza de una nación son sus instituciones y sus personas. La principal institución es la familia, constituida en base al matrimonio, y su fruto natural que son los hijos. Un Estado debería tomar todas las medidas necesarias para revertir esta baja.

Proponer el aborto legal, agravar todavía más esa baja de natalidad pues es relativizar el derecho de los niños concebidos a nacer.

Sí, los niños que están por nacer podrán morir, si se aprueba el  aborto, pero sus gritos silenciosos no callarán. Su voz seguirá golpeando la conciencia de aquellos que no los dejaron vivir.

En efecto, los promotores del aborto se han coludido para legalizar la matanza de inocentes. Ellos quieren a toda costa imponer el “derecho” de poder matar a los no nacidos.

Los que pensaban que el lobby de la muerte se limitaría a las tres causales impuestas por el Gobierno Bachelet deben estar muy decepcionados. En la realidad, no existe el aborto “limitado”. Es un engaño, es una táctica usada para hacer más fácil llegar al aborto generalizado.

Así se ha impuesto en el mundo y así también será en Chile, si no hay una enorme reacción nacional.

Con el aborto así “legitimado” se abre una puerta por donde la corrupción

desenfrenada de las costumbres entrará en forma torrencial.

Para demostrar estas y otras verdades negadas por los abortistas, el Dr. Jorge Becker, conocido ginecólogo obstetra con vasta experiencia en el tema denunció uno a uno los mitos y sofismas de los nuevos Herodes por ocasión de la primera ley de aborto.

Pero el tema no es sólo un problema médico. Mucho más que eso, es un grave problema de conciencia. ¿Es lícito a una madre mandar matar el fruto de sus entrañas? ¿Puede un parlamentario católico votar en el Congreso a favor de una ley de aborto?

A esto se refirió el Arzobispo de Santiago, después del Mensaje Presidencial a través de su red social X:

“El talante de una sociedad se mide en la actitud que tiene hacia los seres humanos más débiles, es decir al inicio y en el ocaso de sus vidas. Las sociedades que promueven el aborto y la eutanasia son humanamente pobres, frías y muy individualistas. Chile no quiere eso.”

Y agregó que “con una ley de aborto y eutanasia la fuerza de la razón cede ante la razón de la fuerza. Es inhumano solucionar situaciones humanas complejas con el uso de la violencia. “Pierden los indefensos, pierde Chile y el Estado de derecho”, manifestó.

A lo cual la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, retrucó de modo insolente:

“Chile es un Estado laico y por lo tanto la voz del arzobispo de la Iglesia Católica, no debiera pesar más que la del conjunto de todas las otras voces que vamos a debatir. No veo que su opinión sea determinante, este es un Estado laico”, sostuvo.

El hecho de que el País sea laico, es decir, el Estado separado de la Iglesia, no es causal para disminuir o desconsiderar la importancia de la voz del principal Obispo del país. Tampoco es razón para decretar la muerte de los niños no nacidos.

Al respecto del debate por la ley de las tres causales, el Obispo de Villarica, Monseñor Francisco Javier Stegmeier declaró: “ningún legislador puede votar a favor del aborto en los tres casos señalados, menos aún uno que se declara católico y acepta la enseñanza de la Palabra de Dios y de la Iglesia. Es una razón de coherencia”.

Si eso valía para una ley que se decía restrictiva, ¿cuánto más no vale para una ley de aborto libre?

El mismo Obispo, en la ocasión se preguntaba con relación a la eutanasia:

“Si no se mantiene este principio de la inviolabilidad del derecho a vivir, entonces nos preguntamos: si a un enfermo se le diagnostica poco tiempo de vida a causa de una enfermedad grave, incurable y terminal, ¿se justifica matarlo por el hecho de saber que

ciertamente morirá dentro de poco?”

Obviamente que todos los enfermos que presentan alguna gravedad y su situación sea terminal, podrán alegar su derecho a suicidarse. Lo mismo podrán hacer sus parientes caso el interesado no pueda manifestar su “voluntad”.

No pasará mucho tiempo sin que veamos avisos como el que hoy se publican para eutanasia de mascotas:

“EUTANASIA A DOMICILIO: CONFORT EN CASA. Para aquellos que prefieren la intimidad de su hogar en estos momentos tan personales, ofrecemos eutanasia para perritos a domicilio y eutanasia para gatitos, permitiendo que tu mascota esté en un entorno familiar y tranquilo. Nuestro servicio de eutanasia a domicilio está diseñado para brindar paz y consuelo tanto a las mascotas como a sus tutores. También puedes optar por realizar el procedimiento de eutanasia en nuestras dependencias” Los costos carían de $80.000 a $120.000 dependiendo del tamaño de la mascota.

En una sociedad hedonista, en la que el sufrimiento no tiene cabida ni razón de ser, cualquier imprevisto serio en materia de salud basta para considerar que la vida ya no vale la pena de ser vivida.

Es el holocausto silencioso, el mayor genocidio de la historia contra los seres más inocentes y la primera causa de muerte en el mundo.

Ni las guerras, ni las plagas -ni el covid, ciertamente-, ni las enfermedades comunes: la primera causa de muerte en todo el mundo es deliberada, un tipo de homicidio que se produce a escondidas, pero en medio de nuestras sociedades y de forma completamente legal y ‘respetable’: el aborto provocado.

Por todo lo anterior debemos reaccionar a la altura del peligro que enfrentamos; la muerte deliberada de cientos de miles de chilenos no nacidos.

Dejamos para otro programa el tema de la eutanasia.

Gracias por acompañarnos y pídanos la revista: Los muertos no callan al email: froma@vtr.net. Le repito la dierección: froma@vtr.net. Favor indicar nombre y dirección de email para enviar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Enquire now

Give us a call or fill in the form below and we will contact you. We endeavor to answer all inquiries within 24 hours on business days.