Los abortistas comienzan a sacarse la máscara. El aborto “terapéutico” es un mero pretexto para poder aprobar el aborto libre. Es un problema de tiempo.
Mientras tanto los “inocentes útiles” realizan su trabajo de preparar el camino, debilitando las reacciones contrarias al aborto, e insistiendo en los tres “casos” del proyecto inicial.