¿Quién está educando a nuestros hijos? Pantallas y primera infancia: ¿cuáles son las consecuencias de la exposición a tablets y celulares entre los 0 y 5 años?

 

Estimado radioyente:

En esta época en que muchos esperan solucionar todos los problemas con la inteligencia artificial, los robots y  los recursos técnicos de cualquier tipo, como medio para superar las contingencias humanas, el importante diario “The Washington Post” acaba de publicar los resultados de la psicóloga Susan Linn, investigadora y profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard,  una de las más prestigiosas universidades del mundo que desmiente mucho de los mitos de la técnica para educar a los niños y resalta el papel insustituible de los padres.

La autora del estudio en cuestión está por lanzar su último libro, todavía no traducido al castellano “¿Quién está criando a los niños?” Susan Linn, advierte que los niños hoy pasan demasiado tiempo solos y sin supervisión de los padres frente a las pantallas, y que eso no sólo no estimula su creatividad, sino que  además lleva que se los está educando mal.

Los principales diarios chilenos dedicaron sendos artículos al tema, pero como es posible que Ud. no los haya leído, pensamos que es importante dárselos a conocer, en el caso de que tenga hijos o nietos pequeños.

De acuerdo a los resultados de la investigadora de la Universidad de Harvard. “Los bebés necesitan personas, no celulares. Deja de darles tiempo frente a la pantalla”

La psicóloga de Harvard aseguró que, si bien utilizar las pantallas para distraer a los pequeños es una solución recurrente de los padres, el daño que se les hace es grave y puede repercutir en su futuro.

Ver a un bebé con un celular o tablet en la mano, frente a sus ojos se ha vuelto un escenario muy común. Muchos padres encuentran en la tecnología una solución para tener a sus pequeños más “tranquilos” y distraídos.

No obstante, cada vez son más los estudios científicos que demuestran que para los niños, en especial los menores de dos años, pasar horas frente a una pantalla puede dañar su desarrollo físico, social, emocional y cognitivo.

La psicóloga Susan Linn, aseguró que los bebés, además de comida, refugio, seguridad y amor, requieren una interacción repetida y positiva con sus padres, algo que está siendo amenazado por la tecnología.

“¿Por qué es malo que los bebés estén frente a las pantallas, se pregunta Linn, una vez que en Internet, abundan los videos que prometen “hacer que los bebés dejen de llorar y otros afirman que calma a bebés con cólicos?”

De acuerdo a sus trabajos de investigación, “la evidencia sugiere que el uso rutinario de dispositivos para calmar a los niños pequeños, los priva de la oportunidad de depender de sus padres para su consuelo y que puedan desarrollar sus propios recursos para calmarse a sí mismos”.

“Incluso, hay contenido que promete enseñar a los bebés a hablar o impulsar su aprendizaje, sin embargo, la experta indicó que esto es completamente falso: “Los bebés aprenden a hablar con sus compañeros humanos (padres) que los aman y cuidan. De hecho, pasar más tiempo frente a pantallas de todo tipo se asocia con un retraso en el desarrollo del lenguaje”.

Es por esta razón que el uso de pantallas genera retrasos en el lenguaje de los niños, según expertos

Los nuevos estudios respaldan lo anterior, pues encontraron que los pequeños que se exponen demasiado a las pantallas tienen la capacidad disminuida en dos rasgos fundamentales para el éxito en la escuela y para afrontar todo tipo de desafíos en la vida: la función ejecutiva (capacidad de iniciar tareas y terminarlas) y la autorregulación (autocontrol, gestionar emociones sin dañarse a uno mismo ni a los demás”.

“Los bebés necesitan personas, no dispositivos. Necesitan que los adultos que los aman los abracen, les hablen, jueguen y les lean. Para evidencia de esto, no necesita mirar más allá de la cara de cualquier bebé de unas semanas que lo mira fijamente, buscando hacer contacto visual, para conectarse”, aseguró la psicóloga de Harvard.

Por su parte, el pediatra David Hill, MD, FAAP,  vice presidente de la Clínica Pediátrica Cape Fear en Wilmington, NC y profesor auxiliar de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, coincide con la opinión anterior.

De acuerdo al especialista, “Los padres con frecuencia se asombran cuando les digo que los pediatras pensamos que no es buena idea que nos niños vean la televisión o usen aplicaciones de los móviles antes de los 18 meses de edad debido a que la mayoría de los niños pequeños ya lo ha hecho. Las encuestas revelan que 92,2 % de los niños de 1 año de edad ya han utilizado un dispositivo móvil, algunos empiezan tan pronto como a los 4 meses de edad.

“Escucho a muchos padres decir: “pero a mi bebé le gusta”. Los bebés pueden mirar fijamente a los colores brillantes y al movimiento en la pantalla, pero sus cerebros no son capaces de discernir o darles significado a todas esas extrañas imágenes.

De acuerdo al Dr. Hill, “Lo que los bebés y los niños pequeños necesitan más para aprender es la interacción con las personas que los rodean. Esto no quiere decir que no deban usar el video chat con un abuelo que vive lejos o con padres que esté prestando servicio militar, pero en lo que se refiere al aprendizaje diario, necesitan tocar las cosas, sacudirlas, tirarlas y lo que es más importante ver las caras y oír las voces de aquellos que más quieren (sus padres)”.

El vice presidente de la Clínica Pediátrica Cape Fear, se pregunta “¿Dónde está el daño de la TV para niños? Y se responde. La buena evidencia sugiere que la pantalla que ven antes de los 18 meses tiene efectos negativos durables en el desarrollo del idioma, destrezas de la lectura y memoria a corto plazo del niño. También contribuye a problemas con el sueño y la atención”.

Hasta aquí los resultados de la investigación de estos especialistas en educación infantil. Sin embargo, comentamos nosotros, ellos no han descubierto la pólvora. No han hecho sino corroborar lo que a lo largo de toda la historia humana los padres han hecho con sus hijos.

Es la relación natural, tal como Dios nos creó. Lo que el niño necesita es sentir el afecto del padre y de la madre y saberlos cerca de él. Nunca ningún instrumento técnico le podrá proporcionar esto.

Hoy día pareciera necesario que los especialistas nos digan las cosas que la naturaleza siempre enseñó. Mala señal, pues la naturaleza es la gran maestra. Un pintor español afirmaba, “la observación es la base, es todo. Uno tiene que ser un gran observador de la naturaleza, tiene que vivirla, amarla y sentirla. La naturaleza es la gran maestra, te enseña mucho”.

No debemos olvidar, sobre todo, que detrás de la naturaleza está el Autor de ella, Dios Creador y providente.

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