Prueba PISA y el caso de Chile: una década y media perdida

Estimado radioyente:

Si Ud. es papá o mamá con niños en el colegio o si tiene nietos en edad escolar, probablemente a oído hablar de la prueba PISA

Esta es una Evaluación Internacional de Alumnos de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,  OCDE, a los cuales Chile se incorporó desde el 2010.

El objetivo del programa es medir la capacidad de los alumnos de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias para afrontar los retos de la vida real.

El resultado de la última medición, dada a conocer en esta semana recién pasada arroja datos que son preocupantes para el futuro de nuestra sociedad.

Chile presenta un rendimiento inferior en la prueba educativa, retrocediendo al menos 14 años. Seguimos por debajo del promedio de la OCDE en las tres áreas evaluadas

El mal resultado de Chile no es una excepción. El promedio de la OCDE disminuyó en casi 15 puntos en matemáticas y cerca de 10 puntos en lectura en comparación con la medición de 2018. No obstante, el rendimiento promedio en ciencias se mantuvo estable. La tendencia negativa no es nueva, ya que se venía observando desde antes de la pandemia, especialmente en matemáticas desde 2009, en lectura desde 2012 y en ciencias, donde prácticamente se han estancado durante una década.

Sin embargo, como bien dice e refrán, “mal de muchos, consuelo de necios”.

¿Cómo anda Chile en ese escenario? En línea con la tendencia global, el país experimentó descensos en matemáticas y lectura de acuerdo con el experto del CEP, Sebastián Izquierdo en comentario publicado por el diario “El País” de  España.

Vamos por parte:

Matemáticas: La baja de -5 puntos en este rubro, sumado a la baja anterior, “nos ha dejado dejado prácticamente en el mismo nivel que teníamos hace 16 años”. Con el agravante que los estudiantes del quintil más altos disminuyeron su rendimiento en 14 puntos.

“Raya para la suma, Chile presenta un 55,7% de estudiantes que no alcanzan las competencias mínimas requeridas para participar completamente en una sociedad moderna, en contraste con el 31% en los países de la OCDE.”

Curiosamente, en esta materia, los países que obtuvieron mejor rendimiento son todos del Asia: 1/Singapur (575 puntos); 2/Macao (552) y 3/Taiwán (547)

Pasemos a la asignación de Lectura

Izquierdo informa en su análisis que: “En esta materia no se observó una significativa disminución con respecto a 2018 (-4), pero sí en comparación con la del 2015. Una vez más, las mujeres fueron las más afectadas, experimentando una notable caída de 11 puntos en comparación con la medición anterior. Además, se repitió la tendencia vista en matemáticas en cuanto a la reducción de las brechas socioeconómicas. El techo representado por el nivel socioeconómico alto disminuyó considerablemente, creando una mera ilusión óptica. Alarmantemente, un tercio de los estudiantes chilenos no demuestra las competencias básicas de comprensión lectora necesarias para desenvolverse eficazmente en la sociedad actual”.

Por último, en materia de Ciencias

En esta área, Chile, obtuvo un idéntico puntaje respecto a la medición anterior. Es decir, logró mantener el mismo desempeño de los 16 últimos años. Nada para sentirse orgullosos, -afirma el experto- con un tercio de estudiantes que no alcanza el nivel mínimo, versus la OECD que es solo de un 25%.

En resumidas cuentas, Chile presenta un rendimiento inferior a los resultados anteriores y muy por debajo del promedio de los otros miembros de la OCDE, retrocediendo al menos 14 años.

El ya citado analista concluye que: “Todavía queda mucho por explorar; es necesario realizar un análisis en profundidad de estos demoledores datos que vaya más allá de las comparaciones. La evaluación imparcial de los resultados entre países con niveles de desarrollo, inversión por estudiante y desigualdades tan heterogéneas es esencial. Este enfoque enriquecerá nuestra comprensión de los factores y variables que influyen en los resultados, tanto desde la perspectiva del estudiante como del contexto sociocultural. Es imperativo llevar a cabo este proceso para fortalecer el plan de reactivación educativa que Chile necesita con urgencia, al igual que el resto del mundo”.

Pasamos a dar nuestra opinión al respecto.

En primer lugar, no se puede atribuir estos resultados a que Chile no haya invertido en educación. De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, “En los años recientes, Chile ha incrementado sustantivamente su inversión en educación, producto de un crecimiento significativo tanto del gasto público como privado. Así, por ejemplo, mientras en 2004 los recursos públicos y los privados destinados a educación representaban un 2,6% y un 2,5% del PIB, respectivamente, hacia 2013 éstos habían aumentado a 5,7% y 3,0%”.

¿Cuál es la causa entonces por la que, con más inversión pública, se obtienen perores rendimientos?

El analista colombiano y doctor en Economía Geovanny Castro Aristizábal, docente de la Universidad Javeriana, se hace la misma pregunta con relación a su país y al conjunto de los otros países hispanoamericanos, que representan los rendimientos más bajos.

En su investigación, a la que le invirtió cuatro años, encontró estas causas:

  1. La no independencia de los alumnos:

Una de las causas está dirigida a factores asociados al trabajo independiente de los alumnos y a la participación de la familia en su proceso formativo. Así, el esfuerzo, la disciplina y el trabajo independiente fueron una de las razones para que los estudiantes de colegios privados tuvieran mejores resultados que los del sector público.

  1. Poco esfuerzo de los alumnos:

Otra de las causas del poco rendimiento escolar es el poco esfuerzo que el alumno hace para mejorar sus habilidades y competencias. Comenta el investigador que, “como están los tiempos y dado el avance tecnológico y la aplicación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el proceso de enseñanza y aprendizaje, parece que, en países como el nuestro, en vía de desarrollo, el esfuerzo se está dejando cada vez más a un lado”.

  1. Poca atención y colaboración de los padres de familia:

El papel que juega la familia también es muy importante en la formación académica del alumno. El profesor Castro Aristizábal afirma que los padres deben supervisar el trabajo de sus hijos, estar pendientes constantemente de su proceso de aprendizaje, motivarlos a diario y afianzar los lazos afectivos, aspectos que en la vida diaria de muchas familias no se está apreciando.

  1. Bajo nivel educativo de los padres:

La investigación demuestra que las diferencias en el nivel educativo de los padres inciden en el rendimiento académico de sus hijos. A mayor nivel educativo de los padres, mayor es el desempeño académico de sus hijos.

  1. Falta de motivación de padres y docentes

Se obtienen bajos resultados en las pruebas PISA, agrega el estudio, por el bajo desempeño del estudiante y la carencia latente de esfuerzo por parte de él.

Si Ud. nos pregunta nuestra opinión, creemos que hay un importante factor que, al menos en el caso chileno, ha pesado negativamente en el rendimiento escolar.

Es la violencia imperante en los colegios y la permisividad de las autoridades competentes en que este ambiente se mantenga por décadas.

Tal violencia, a su vez, es fruto de una enseñanza ideológica en la cual se ha intentado formar a los alumnos como poseedores de todos los derechos y sin ninguna responsabilidad ni deberes a cumplir.

Todos estos factores sumados son la causa de estos penosos resultados. Comencemos a solucionarlos por casa. Poniendo la máxima atención y acompañamiento en la educación de hijos y nietos.

Gracias por acompañarnos en este programa y recuerde que nos puede seguir en esta SU emisora, semana a semana, o en nuestra página, Credochile. cl

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