Estimados radioyentes:
Delante de la onda de delincuencia no son pocos los que piensan que ella se debe a la pobreza en que viven los jóvenes de poblaciones carentes de recursos.
Quienes así piensan, junto con atenuar la culpa de los delincuentes, terminan culpando a quienes poseen un buen auto, una buena casa, o viven en un buen barrio.
En función de esta falsa “lógica”, concluyen los adeptos a esta mentalidad que, si se acabasen todas las desigualdades y todos viviesen del mismo modo, en iguales casas y con los mismos autos, entonces se acabaría para siempre la delincuencia.
Este sueño utópico se intentó implantar a la fuerza en la antigua Unión de repúblicas socialistas soviéticas, durante más de medio siglo y el resultado es de todos conocidos: miseria y opresión. Quienes allí vivían y pudieron huir, lo hicieron, muchas veces, arriesgando sus propias vidas.
En programa anterior comentamos, la reciente evasión de los 12 jóvenes deportistas de Cuba que vinieron a Chile a representar su país para los juegos panamericanos del 2023 y que terminaron escapando del control de sus guardias para no tener que volver a la Isla cárcel.
El último de ellos es un nadador no vidente que, a pesar de su limitación visual, tuvo la suficiente claridad de criterio para pedir asilo en un país libre, como gracias a Dios es Chile.
Las respuestas a las solicitudes de refugio todavía están pendientes por parte del Ejecutivo.
Sin embargo, el comentario de esta semana no quiere tratar de este aspecto, sino de un hecho ocurrido hace pocos días en Paris, la capital de la cultura de Occidente y que contradice enteramente la visión utópica de la igualdad como solución para la delincuencia.
La prensa nacional informó que: “25 músicos de la Orquesta Juvenil de la comuna de la Pintana, protagonizó una ‘inolvidable velada’ en la noche del 17 de noviembre en el elegante salón del edificio Mairie, ubicado en el distrito 18 de París, una joya arquitectónica neoclásica que data de finales del siglo XIX”.
Si, como lo oye. Los jóvenes de una de las comunas más carentes de Santiago, la Pintana, de la cual se está acostumbrado a oír todo tipo de malas noticias, atracos, homicidios, robos, narcotráfico, etc., lejos de sumarse a esa onda, dan ejemplo de una actitud enteramente opuesta.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, la ministra subrogante no puede esconder su satisfacción por el hecho: “Feliz por este grupo de 25 jóvenes de La Pintana que parten a cumplir un sueño por el que llevan trabajando años. La música les ha mostrado que es posible romper con los límites y abrir el mundo ante sus ojos”. Declaró en la redes sociales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La Orquesta está integrada por jóvenes, cuyas edades fluctúan entre 18 y 26 años. Sus participantes realizan estudios de interpretación musical y otras carreras y todos provienen de la misma comuna de la Pintana.
Por supuesto que los jóvenes músicos también aprovecharon de visitar lugares emblemáticos y característicos de París, como la Asamblea Nacional de Francia, el edificio Torre Eiffel y el barrio de Montmartre, donde se encuentra la famosa Basílica del Sagrado Corazón.
Así que de La Pintana a París, con el mayor de los éxitos.
El director de la orquesta juvenil, Fernando Saavedra declaró que lo que ellos buscan es la excelencia, y se preocupan de que sus presentaciones sean igualmente excelentes tanto cuando les toca realizarlas en la cancha de la población El Castillo, cuanto en los escenarios europeos.
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Estos jóvenes músicos de la Pintana nos entregan una importante lección.
Son las propias personas las que deciden sus acciones, al contrario de lo que afirmaba Marx, quien afirmaba ser “la vida la que determinaba las conciencias.”
Estos jóvenes músicos han vivido y se han formado en las mismas calles en que otros de su misma edad optaron por transformarse en delincuentes, o narcotraficantes. Es probable que ellos mismo hayan sido invitados a sumarse a las bandas de sus coetáneos.
Sin embargo, ellos rechazaron el camino fácil y atrayente de la delincuencia y prefirieron hacer el esfuerzo de llegar a la excelencia en un noble arte: la música.
Su presentación en Paris, muestra de que, cuando se quiere, se puede.
Hacemos votos para que ellos, con fuerza de voluntad y ayuda de la Santísima Virgen, continúen en el camino de la excelencia y sean para todos los jóvenes de la Pintana y de todo el País un ejemplo a imitar.
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Los auditores que quieran ayudar a la Fundación Nocedal, que se encarga de formar jóvenes de la Pintana, con virtudes cristianas, puede hacerlo a través del siguiente link
