Día de la madre.

Estimado radioyente:

La primera palabra que Ud. pronunció en su vida, como la de todos nosotros, fue mamá.

Y cuando su mamá oyó por primera vez que Ud. le decía “mamá”, ella ciertamente se emocionó en su interior.

Hay en esta relación madre e hijo algo de misterioso y que sobrepasa la mera relación natural. La madre que da a luz a su hijo, ya tiene con él una relación personal que ha durado 9 meses. El hijo en su seno ha escuchado su voz, ha sentido los latidos del corazón materno, mientras comenzaba a latir el suyo, se ha alimentado a través de su madre y se siente protegido dentro de ese ambiente del seno materno.

Por ello, cuando el niño nace, ambos se conocen mucho y del modo más íntimo posible. La madre no podrá nunca olvidar a su hijo y será su protectora incondicional a lo largo de toda su existencia, sea ella la de un hombre virtuoso o, incluso, la de un criminal empedernido.

El hijo verá en ella a la autora de sus días, y difícilmente la olvidará.

Este vinculo es el núcleo natural más sagrado de lo que constituye una sociedad. Es la relación esponsal que da origen a un nuevo ser humano, que lo recibe, que lo alimenta, que lo educa y que lo acompaña hasta la muerte natural.

La primera hospitalidad es la de la madre que acoge en su seno al hijo.

Por ello, una sociedad sin familia es como un cuerpo sin alma. Ella no sólo corta sus raíces, sino peor aún, pierde su propia razón de existir.

Nuestro Divino Salvador cuando vino a la tierra quiso nacer en el seno de una familia, de una Virgen, María Santísima, y de un padre adoptivo, San José.

En este día de las madres, lo que festejamos, además de nuestras propias madres, es este vínculo sagrado.

Hoy, que se habla tanto del “empoderamiento” de la mujer, de la igualdad de género, se olvida o se rechaza el mayor poder de la mujer: el de dar a luz a un nuevo ser. Sólo ella es capaz de producir este casi milagro, que la hace semejante al mismo Creador.

En efecto, ¿Qué significa ser gerente de una empresa, ser ministra del un gobierno, estar a cargo de muchas responsabilidades públicas o privadas, al lado de ser madre?

La prueba de esta superioridad de ser madre a la de ser una eficiente gerente,  es que una mujer sin hijos es como un árbol sin frutos. Una higuera, voluntariamente estéril, cuyo triste destino todos conocemos…

Todo esto nos viene a la mente cuando celebramos el “día de la madre” y nos resulta particularmente contradictorio con esta celebración el hecho de que los representantes de la Convención Constitucional hayan aprobado, como primera moción, la del aborto sin límites de edad, sin causal y sin objeción de conciencia.

Es una especie de ceguera espiritual que impide ver lo más básico de la existencia humana, que es la de ser madre.

Esta ceguera llega al punto de aprobar el asesinato de los niños en gestación hasta el momento previo de su nacimiento, y, en algunos países, hasta después del nacimiento.

Por ello llamó la atención una reciente declaración de la Ministra de la Mujer, Antonia Orellana quien promovió en CNN el aborto hasta el tercer trimestre e incluso después, dejando la duda sobre un límite más allá del nacimiento.

El conocido canal CNN Chile borró un tuit donde la ministra de la Mujer chilena promovía en un clip de una entrevista el aborto hasta el tercer trimestre, es decir, casi hasta el nacimiento, e incluso en los «siguientes trimestres».

«Lo más justo es avanzar en un modelo de plazos hasta el tercer trimestre y tener causales en los siguientes trimestres», dijo la ministra Antonia Orellana.

Sin duda tuvo que haber sido un gravísimo error por parte de la Ministra. Aparentemente en CNN Chile no lo notaron inicialmente y así publicaron el video, pero alguien se percató y decidieron eliminarlo de la cuenta de Twitter.

Error o no error, lo grave de sus declaraciones es la mentalidad que se esconde detrás de ellas. La autoridad pública considera como “derecho” el de matar al fruto de su seno y le niega, a su propio hijo, el auténtico y primero de todos los derechos que es el de nacer.

Hay en esta inversión de lo que significan los derechos, una profunda negación del orden natural y cristiano.

Como se sabe, de acuerdo a la Doctrina católica, el hombre posee derechos por ser creado “a imagen y semejanza de Dios”. Luego, esos derechos son tales en la medida que reflejen esa similitud o semejanza con Dios y no existen cuando niegan esa filiación.

Ahora, la vida es un don de Dios, y ella, en cuanto tal, tiene un derecho inviolable. Negarle el derecho de nacer a un hijo es negar el vínculo que él tiene con el propio Creador, por ello nunca podrá existir el “derecho de matar”, menos aún al fruto de su seno.

De ahí que la historia del primer asesinato venga a la memoria cuando se habla de aborto. Caín mató a su hermano Abel por envidia, y con ello abrió las compuertas para el horror del crimen que le mereció la maldición.

Quizá algún auditor no comente que sería mejor no hablar del aborto cuando se festeja el “día de las madres”, que sería mejor hablar sólo de los aspectos positivos de ser madre y no de aquellos que “echan a perder la fiesta”.

Permítanos decir a nuestro hipotético objetante que no concordamos con esa posición. Ella nos hace recordar la actitud de la avestruz que esconde la cabeza en la arena. (Sea dicho de paso, los avestruces, contrariamente a su injusta reputación, a la hora de defender a sus pichones son feroces y no temen enfrentar a sus depredadores).

Creemos, al contrario de nuestro objetante que el mejor modo de celebrar a las madres es valorando la nobleza de lo que significa ser madre y, en sentido opuesto, la vileza que es negar el derecho de nacer.

¡Qué de mas noble se puede decir de una madre que ella participa del papel de Dios creador al dar a luz a su hijo!

Y ¿qué de más vil que asociar el aborto al primer homicida de la historia, Caín?

Para concluir nuestro comentario le damos una primicia.

Según noticia publicada en el diario “El País” de España, “El Supremo Tribunal de Justicia de Estados Unidos está decidido a anular el derecho al aborto que consagró en 1973 ese mismo tribunal en la histórica sentencia del caso Roe contra Wade. Así se desprende de un borrador inicial publicado en la noche de este lunes por el diario Politico, en una filtración de información que carece de precedentes. Lo firma el juez Samuel Alito y refleja una opinión predominante de cinco de los nueve magistrados que integran la corte.

De acuerdo al documento dado a conocer, “La Constitución no hace ninguna referencia al aborto, y ningún derecho de este tipo está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional”, se puede leer en la argumentación de Alito, que secundan (los demás integrantes del Tribunal Supremo) (…)  “Es hora de hacer caso a la norma fundamental y devolver el tema a los representantes elegidos por el pueblo”, sentencia el borrador.

Finalmente, le deseamos a todas las madres que hoy se celebran, la mayor de las felicidades junto a sus hijos.

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