Cámara aprobó informe que recomienda suspender programa de acompañamiento a niños trans

Buenas noticias para su familia y en especial para la formación de sus hijos.
La Cámara de diputados acaba de aprobar un informe que recomienda suspender los programa de acompañamiento a niños llamados trans.
Con 56 votos a favor, 36 en contra y seis abstenciones, los diputados respaldaron el trabajo de la comisión investigadora del Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG).
En las recomendaciones de la comisión, se llama a “suspender inmediatamente la ejecución del PAIG”. Del mismo modo, que el Minsal ordene en la red pública no iniciar nuevos tratamientos hormonales, sea bloqueo puberal u hormonación cruzada, en menores de edad diagnosticados o no con disforia de género, incongruencia de género y/o de género no conforme.
El documento también plantea que la cartera entregue la atención necesaria a los menores de edad que desistan o detransicionen. Adicionalmente, se acordó enviar los antecedentes de esta investigación a la Contraloría General de la República, para que realice auditorías a todo el sistema público de salud.
En la misma línea, el informe postula realizar modificaciones legales para prohibir el ingreso a estos programas a menores de 14 años; eliminar el enfoque género afirmativo y disponer que el acompañamiento sea exclusivamente psicológico. Finalmente, que los tratamientos hormonales o cirugías de reasignación de sexo solo puedan realizarse a personas mayores de 18 años.
Los legisladores que votaron a favor insistieron en las críticas al funcionamiento de estos programas y que estas terapias pueden generar un daño permanente a NNA. Recalcaron que se aplican tratamientos hormonales a menores que tienen poca validez científica, sin respaldo legal y que no se respeta el derecho de los padres.
El documento, entre sus conclusiones, también sugiere que no se inicien nuevos tratamientos hormonales en menores de edad.
El parlamentario del Partido Republicano Stephan Schubert, destacó: “Vamos a seguir trabajando porque hoy día es un día histórico donde se aprueba este informe que ya fue aprobado por la Comisión Especial Investigadora y es una señal política potente. Vendrán propuestas de ley, vendrán, esperamos, cambios profundos porque este actuar de una costosa política pública sin información científica no puede volver a ocurrir. El perjuicio que se les ha generado debe ser reparado y nosotros vamos a trabajar para eso, pero también para velar por su protección”
En el mismo sentido, el parlamentario Mauro González señaló: “Estamos contentos porque el informe final de la comisión investigadora que impulsamos sobre terapias hormonales fue aprobado en la Cámara de Diputados, y esto es una señal de protección a los niños, niñas y adolescentes donde su salud se debe basar en la evidencia científica segura y no en una ideología”
Se sumó a esas opiniones, la diputada Camila Flores, quien afirmó: “Logramos aprobar el informe de la comisión investigadora sobre la hormonización de nuestros niños. No podemos ser cómplices ni permitir como parlamentarios que se siga hormonizando, experimentando con niños pequeños desde los 3 años de edad, incluso ante la negativa de sus padres, siendo llevados a juicio y muchas veces incluso teniendo la posibilidad de perder la custodia de sus propios hijos”.
Sin embargo, por parte del Ministerio de Salud respondieron que este programa “es de carácter exclusivamente psicosocial, creado en cumplimiento del mandato establecido en la Ley N°21.120 del año 2018, y regulado por un reglamento debidamente tramitado y aprobado por la Contraloría General de la República en 2019. Cualquier cambio en este sentido requiere una modificación de la ley”.
También afirmaron que “el PAIG no contempla la prescripción de terapias hormonales ni intervenciones quirúrgicas. Este programa busca brindar acompañamiento profesional multidisciplinario mediante duplas de profesionales psicólogos y trabajadores sociales, orientado a reducir factores de riesgo y promover el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes”.
No obstante lo afirmado por el Minsal, la diputada Ana María Gazmuri, quien integró la comisión Parlamentaria, afirmó que “el PAIG fue creado por ley para acompañar, no para medicalizar. Pero durante el trabajo de la comisión investigadora recibimos testimonios de familias que, desde o junto al PAIG, fueron derivadas a tratamientos hormonales sin lineamientos técnicos, sin protocolos específicos por edad y sin garantías suficientes”.
Como se recordará hace exactamente un año atrás se denunció que en la UC (Pontificia Universidad Católica de Chile) y UC CHRISTUS (Red de Salud de la UC), se ofrecen tratamientos y apoyo para personas trans, incluyendo terapia hormonal, apoyo psicológico, intervenciones quirúrgicas, y más.
En la oportunidad la Universidad Católica, la expertise y experiencia de sus equipos de la Red de Salud UC Christus, su ideario católico y la fidelidad a la Doctrina Social de la Iglesia, agravan triplemente la falta.
Los doctores entrevistados en el reportaje son “expertos y referentes a nivel nacional en tratamientos de bloqueo de pubertad y hormonas cruzadas en pacientes pediátricos transgénero” que han atendido a 200 niños en 10 años.
Es grave e incomprensible que, a pesar de su prestigio nacional, consideren que el Informe Cass sólo “pone una nota de cautela respecto del tratamiento hormonal” a menores de 18 años, cuando el Informe explícitamente señala que no hay evidencia de que los bloqueadores de pubertad “compren tiempo para pensar”, ni se demuestran cambios en la satisfacción corporal o el bienestar psicológico. La reciente medida de Inglaterra de prohibir el uso de bloqueadores de pubertad en la salud pública y privada revela que no es una nota de cautela, sino una acción responsable e inmediata para proteger a los niños.
No consta que esta Universidad de nombre católica haya suspendido enteramente estos tratamientos ni que haya pedido disculpas públicas por ellos.
Es cierto que esta votación del Congreso para impedir la realización de estos tratamientos significará un importante obstáculo para su continuación.
Es increíble que la Universidad CATÓLICA realice tratamientos reñidos con la moral que dicen reconocer, pues si se trata de corregir “inconguencias de género” la más grave de todas es la incongruencia mental de quien afirma una verdad en la teoría y la niega en la práctica.
Hacemos votos para que el Gran Canciller de esa Universidad, el Cardenal Chomalí, tome conocimiento de la resolución parlamentaria y deshaga todo lo que hasta ahora se ha realizado en perjuicio de los menores de edad.
Es urgente que tanto la Universidad Católica en general cuanto su departamento médico se haga eco de la resolución de la Santa Sede que estableció en su declaración Dignidad infinita:
“En este sentido, el respeto del propio cuerpo y de aquel de los otros es esencial ante la proliferación y reivindicación de nuevos derechos que avanza la teoría de género. Esta ideología «presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia».[103] Por tanto, resulta inaceptable que «algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños.”
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